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sábado, 27 de octubre de 2012

Y de nuevo hemos vuelto a la década de los cincuenta; la pobreza se ha cimentado en España


La terrible sensación de no haber despertado de un terrible sueño, me invade por momentos. Las imágenes que durante años, escuché citar a mi madre, taladran mi mente sin cesar:
Seis niños alrededor de una mesa, mi abuela con el rostro cabizbajo, mi abuelo con la tristeza presente y el alma rota. Ese día tampoco hubo pesca. Ante ellos un simple vaso de leche; el único sustento de todo el día. Con un simple caramelo, endulzaban aquellos vasos de leche, pasándolo de vaso en vaso.

En muchas ocasiones era mi propia madre, la que iba a los cuarteles, con la olla en las manos, pidiendo un poco de comida para sus hermanos. La pobreza estaba a la orden del día en aquellos años.

Y ahora, en pleno siglo veintiuno, las madres y padres se dirigen a caritas, asuntos sociales o cruz roja, para que sus hijos no pasen hambre. Perdiendo sus hogares de un solo plumazo.

¿Qué está pasando?¿Donde o quién, se ha llevado el dinero de los ciudadanos?

¿Hemos vuelto de nuevo a la pobreza general? O estoy aún teniendo una horrible pesadilla.

Con el tiempo aprendemos a construir todos nuestros caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Nos damos cuenta que cada experiencia de la vida es irrepetible.

Con el tiempo uno aprende a disculpar, pero perdonar es un beneplácito de almas grandes. Y cuando el hambre entra dentro de tu alma, por muy grande que sea, es muy difícil de perdonar.

A este traicionero gobierno solo puedo decirle. ¡Qué dios te perdone, por qué yo no sé, si podré perdonarte!



miércoles, 24 de octubre de 2012

¡Ojo, no te dejes engañar!




En estos últimos días parecemos robots. Inexorable como un dios que guía su sequito, aparece el señor “Artur Mas” nos predica que la culpa de la crisis es de España y como auténticos ignorantes, nos lo tragamos y como si de pronto el hambre nos hubiera abandonado, salimos a las calles gritando ”Independencia” ¿De quién y para quién?
¿Acaso el hecho de independizarse, logrará que no pasemos hambre? O por el contrario, seguiremos sufriendo los recortes, mientras la era desastrosa de los políticos sigue destruyendo todas las mejoras logradas, durante décadas en una tan glorificada “Democracia”
¿Cómo poder estar tan ciegos?
Nadie se da cuenta del peligro en el cual los intereses de quienes se gastan 300.000 euros en canapés y miles de euros en súbditos a su servicio, no está degenerando. Todo un país que aparece de la noche a la mañana en una formaliza contrariedad. Independizarse significa poder subsistir sin el bienestar del estado y desde luego Cataluña por muchas charlas y mítines que nos intenten convencer, no se puede sostener por sí sola. Primeramente por qué la clase política se lleva la mayoría de los ingresos, que gastan en nuevos funcionarios elegidos a dedo, qué  mayoritariamente son familiares y amigos. Por no hablar de las convenciones, conferencias y charlas con los resultantes canapés y copas de cava, que cuestan a los ciudadanos miles de euros.
¡Abramos los ojos de una vez por todas! No te dejes engañar por quienes han provocado que las arcas del pueblo estén medio vacías. Tomemos ejemplo de Islandia y barramos de una vez por todas, un ya precario país de la tan malévola clase política, que es la destrucción de todos.

martes, 23 de octubre de 2012

Una cortina de humo




Vimos en una época transversal en la cual, no, nos damos cuenta de cómo nos manipulan con informaciones distorsionadas de una errónea realidad. Las imágenes que llegan al ciudadano son censuradas en su mayoría y sacadas de todo contexto real.

Los ciudadanos no parecen percibir la cortina de humo creada para desviar nuestra atención y que no pensemos o recordemos quién ejecutó los recortes sociales, el copago; pero que sin embargo no redujeron sus Audis, ni sus superpagas, ni sus dietas de alto entanding etc, etc.

En estos últimos días solo se habla de la temida, al menos a mi escribirla me pone los pelos de punta; independencia. Y yo pregunto… ¿De quién y para quién?
Independencia para que tengan libertad inquisitoria, o lo que es peor; libertinaje económico a sus anchas.

Porque recordemos que pagamos más impuestos de agua y de luz y Gas qué la Generalitat nos aplica, que en todas las comunidades españolas.

Entonces; seamos objetivos y consecuentes con la realidad. Pensemos que el gobierno de Cataluña, gobierna en mayoría gracias al apoyo del partido popular…

¿Dónde está la ironía? ¿A quién interesa que no pensemos en el escenario de precariedad al que nos está derivando la extirpe política que nos gobierna?

No, nos dejemos embaucar por noticias erróneas y  recubiertas de una falsa realidad. Abramos los ojos de una vez y despejemos la cortina de humo convenientemente colocada para el beneplácito político.

sábado, 20 de octubre de 2012

¿Quién maneja los hilos?




Somos parte de un rumor. Las personas hablan, yo también. Pero estamos rodeados por el silencio de los desesperados. El corazón sigue un ritmo acelerado y enhebra palabras precisas de razonamiento. La realidad disfraza la dignidad que nos rodea.
El bochornoso milagro del mesías que ha llegado, arrollando en todo el país… Ilumina el camino del humilde necesitado, hacia la decadencia de un ser más precario.
¿Quiénes somos? Si hablamos pero no somos escuchados.
¿Quién decide, la necesidad del ser humano?
Somos  títeres en  manos de la democracia. Ahora queda un duro camino dividido por la desesperación del necesitado y el bien aventurado.
Nuestro único delito es querer vivir con dignidad.  Los sueños dejan paso al dolor, perdiéndose en el tiempo de los recuerdos. Dónde solo la esperanza de un mundo mejor, es nuestro único consuelo.
Nuria de Espinosa

viernes, 19 de octubre de 2012

“Nosotros o ellos”




Por más vueltas que le dé, siempre llego a la misma conclusión.  Se ha producido una fractura demasiado profunda entre los ciudadanos y los políticos, como para que alcance a recuperarse sin que una auténtica limpieza política se proceda en este país. “Ellos o nosotros”.
Los ciudadanos ven a la clase política como la escoria del país. Una clase corporativa que tiende solo  auto perpetuarse sin tener en cuenta, el bienestar de la ciudadanía y solo los suyos propios.
Tal como expresa José Juan Toharía, catedrático de Sociología de la universidad de Madrid. “Que los partidos piensan en sus intereses electorales, lo dice el 87% de la población, que está descontento de la realidad social.
“Son tiempos de austeridad, dicen”
Pero quién puede creer en políticos, ni gobiernos, que no se recortan ni sus dietas de restaurantes de cinco estrellas, o de cuatro, o de tres… y sin embargo los ciudadanos se ven obligados, a que sus hijos vayan a la escuela con el taper en sus mochilas.
El ejemplo de Islandia invade con rapidez las mentes de los ciudadanos. Las pancartas salen a las calles. “Qué se vayan todos” un grito ya está en boca de la gran mayoría de personas. Las calles empiezan a ser abarrotadas diariamente de personas decepcionadas por un gobierno fraudulento y mentiroso.
Hay que tomarse enserio un síntoma de malestar colectivo que va creciendo ante una situación desbordante e indeseable.

El dolor del alma

  «Nadie podía imaginar, cuántas veces había muerto mi alma con una sonrisa vacía en el rostro que destrozaba poco a poco mi dolido corazón»...